Saturday, February 03, 2007

el envoltorio


Han pasado muchas cosas en este tiempo lejos de ustedes. En fin de cuentas, por lo menos por ahora, este blog tiene contados destinatarios, amigos del experimento haitiano. Con mucha emoción miro el blog de Baturrico (siento Javi no haber charlado mas contigo cuando estabas en España), me mantengo al tanto de los sobresaltos emocionales políticos de nuestra Sandrinista, veo como anda la emoción del retorno y la búsqueda de cómo impactar en la realidad de mi querida Natacha pop (que pena no vernos en le Venezuela de Chávez), y por supuesto me alegro de saber algo de Javicho, que anda pero que muy lejos porque yo también, pero aja, es que, queridos amigos, yo necesito verlos para andar en algo con ustedes; y el primer responsable de esta distancia pues tiene nombre, Manuel y su desbarajuste. Pero y de esta puta distancia, ¿que me dicen, eh?
Queridos, ya dentro de poco hará un año que no nos hemos visto. A lo tonto. Por supuesto en estos momentos me encuentro en Colombia para cubrir un año mas el carnaval de Barranquilla, a ver si este año me va mejor que el anterior; lo que tengo que hacer con este post es invitarlos a ver algunas fotos de este año. Lo tengo claro, nunca vale mucho la pena separarse de la gente querida, pero así es la inercia que nos lleva a todos de las tripas. Habré probado muchas cosas este año; la inestabilidad sentimental, el alejamiento, el desenganche de la energía del trabajo de misión, la dulce caída de los dólares en el bank account, el estiramiento sentimental entre familia amigos y despelote de uno, cada cual reclamando en superposición, claro es que cuando uno andaba en Haití, pues nos quejábamos, etc. Pero claramente había que estar allá, y nadie podía mucho para manipular sentimentalmente, no había nadie. Casi nadie. Los que habían eran los importantes de ese momento. Por ello ustedes siguen siendo tan importantes, porque en momentos muy precisos han sido la cuota máxima de mi entorno, han sellado una presencia muy importante en un periodo, pues relativamente corto, así es.
Voy a tratar de no preocuparlos mucho: de todas las cosas que me había propuesto ara este tiempo, ninguna ha salido francamente nítida, todo ha sido un poco un embrollo, un a medias, un todavía no, que vaina. Pero me voy dando cuenta que lo importante, al menos trato de consolarme de esa manera, que lo importante, pues fue el envoltorio, el mientras tanto, la cantidad de calamares a la plancha con un poquito de aceite de oliva y un chorrito de vinagre de Jerez que me he comido en mi restaurante favorito de Barbate; los ires y venires transcontinentales, ciertamente pesados por la incertidumbre, pero sin la sensación de volver al colegio ni su castigo, esa sensación no la he vuelto a tener, y creo que muy pronto la voy a volver a tener; tampoco la de llegar al aeropuerto de PAP (o salir de PAP) medio escondido no me fuera a encontrar con alguien cuando andaba saliendo del país un día antes, o sea “ilegal” frente al travel claim. Lo único que me angustia ahora al pasar por Miami es que me detengan por deberle una fortuna a un hospital de Miami (no pienso pagar porque hubo un error, yo tengo las facturas). Los lunes por la mañana, acompañar a mi padre a Sanlucar y desayunar en la barra uno de esos cafés con leche con tostadas de aceite o mantequilla de lata; el deambular por Paris en mi bici, pensando ¿en que café me sentare para terminar mi lectura de Presentación de Sacher Masoch de Deleuze? Como ven deje a Philip Roth por algo mas hard… Es un interés puramente intelectual (obviamente). También fue rico el no ir tanto al cine en Paris, pues porque en fin de cuentas me parece mas simpático quedarme en el apartamento de 25 metros en plena rue Blondel, la de las putas, mirando una película o fumándome un par de cigarrillos. El reencuentro con las bibliotecas de la juventud, etc. Bueno pues lo que ahora llamo envoltorio, era seguramente todo lo que confusamente quería yo en Haití. Aburrirme, OK, ¡pero en otra parte joder! Me falto decir, pero con ustedes. Esa parte no me la pille tanto allá, no se, así es.
No quería yo ponerles los dientes largos a los que viven en Haití. Ellos han tenido en este año unas comodidades y certidumbres que los outsiders hemos extrañado, ¿verdad chicas que no ha sido fácil, ni lo es?
El caso queridos amigos es que este año esta a punto de cerrarse. Y con broche de oro. A los que se le midan, el día importante del carnaval es el 17 de febrero, en Barranquilla al menos (seguirá, como siempre lo creo). Mi celular aquí: 00573166886967